Al invierno siguiente, 1964, llega la noticia que en el centro
de Montevideo estaban haciendo tablas en una fabrica de barcos y canoas especialistas
en fibra de vidrio. El dueño de la fábrica de lanchas Dasur, había
visto a los argentinos con las Hobbies en Punta del Este un año antes,
y había pedido una prestada para copiarla.
Según el relato de Ariel González: “Nosotros fuimos corriendo
hasta la fábrica. Llegamos y vimos unas 20 tablas de varios colores,
una al lado de otra. Cuanto cuesta? Mucha guita…Pero hicimos una sociedad
con Jaime y otro amigo Yuri Povoski, juntamos el dinero y la compramos. Después
de unos días fuimos para Piriapolis-playa a unos 90 Km. de Montevideo-
y así empezamos.
Después , le mostraron la tabla a Vispo y , en el verano, fue armado
el templo del surfing en una de las casillas de los guardavidas de la playa
de Pocitos, en la bajada de la calle Pereira. Después de una tabla, cada
vez más personas se iban sumando, mas jóvenes sentían curiosidad,
amor por el océano y ganas de correr olas. En ese mismo verano, Ariel
compro otra tabla. Ese grupo de jóvenes de Pocitos dio inicio al surfing
en Uruguay.
aquí vemos a Carlos Pardeiro, Ariel González , Zoel Varela
y César con una Clásica DASUR y otras fabricadas por el padre
de Zoel Varela (huecas con costillar), cruzando para la playa Pocitos un buen
día de Pampero (1965)
Cada vez fueron adquiridas mas y mas tablas Dasur y empezaron a organizar “surfaris”. Sabían que las olas del Atlántico eran mucho mejores. Ariel y otros amigos fueron un día a Punta del Este y , al surfear en la playa La Olla, quedaron de boca abierta al ver que otras personas estaban surfeando. Eran los argentinos Cambiasso y El Tano Pugliese. Pocas olas después, se hicieron grandes amigos, lo que demuestra cuan distintas eran las cosas antiguamente. En otra ocasión, también de “surfari”, fueron hasta el chuy y empezaron a recorrer, del Este al Oeste, playa por playa, toda la costa Atlántica uruguaya.
Surfearon por primera vez las alucinantes olas de Santa Teresa. Cuando llegaron a La Paloma, alguien les dijo que había una persona surfeando en El Faro. Sin poder creerlo, fueron inmediatamente para allá. Chiquito Prada estaba surfeando con la Downing regalada por Rodberg. Terminaron surfeando juntos y haciéndose amigos.
Una vez iniciado en el surfing, Ariel escribe nuevamente a su amigo peruano para contarle que el deporte había nacido en Uruguay. Este respondió con una invitación para participar del famoso Campeonato de Tabla Hawaiana que sucedía en el mes de Febrero. Cuenta Ariel: “Ahorre todo el año y en Febrero fui para allá”. Ahí, el pudo ver el verdadero surfing. Surfeo con monstruos como George Downing, Butch van Artsdalen, David Nuuhiwa, Felipe Pomar, Corky Caroll, Joel Cabell etc.
Daniel
Friedman(izquierda) gano el Campeonato Internacional de 1979, con Roberto Damiáni
segundo lugar.
Los peruanos le prestaban las tablas y el experimento lo que era el surfing
en el mundo. Cuando volvió a Montevideo, empezo a trabajar duro nuevamente
y remar con su Dasur, para volver a Perú y mantener su estado fisico.
Al año siguiente, volvió y trajo su primera tabla hawaiana, con
la cual podía correr de la misma manera que sus ídolos.
En aquel periodo, la cantidad de surfistas en la playa Pocitos era bastante grande y la experiencia de Ariel fue una importante influencia. Con el paso del tiempo, surgirían nuevas generaciones y el surfing empezó a separarse de Montevideo y a radicarse en otras partes de Uruguay. Se formo un grupo en Las Toscas-unos 50km al Este de Montevideo- que tuvo como niño prodigio a Roberto Damián, un excelente surfista y primer shaper de Uruguay.